lunes, 7 de noviembre de 2011

Carlos José Gutiérrez de los Ríos y Rohán: VI conde de Fernán Núñez

Carlos José Gutiérrez de los Ríos y Rohán, VI conde de Fernán Núñez, nace en 1742 en Cartagena, siendo su nacimiento muy celebrado en su villa con grandes muestras de júbilo, entre las que sobresalen las corridas de toros en su honor.
Su madre procedía de una familia normanda, probablemente los Rohan-Guémenée, a la que perteneció Ferdinand Maximilien Mériadec de Rohan (*1738 - †1813), príncipe de Rohan-Guémenée, arzobispo de Burdeos (1769), Príncipe - Arzobispo de Cambrai (1781) y de Lieja(1790), que fue "primer limosnero" de la emperatriz Josefina de Beauharnais, esposa de Napoleón Bonaparte .
El VI conde de Fernán Núñez es una figura destacada de la España de Carlos III. Muy influenciado por el espíritu ilustrado, desempeñó un papel muy activo en el campo diplomático al frente de las embajadas de Lisboa y París. Asimismo lleva a cabo importantes obras en el plano social en su villa de Fernán Núñez.
Casado con María de la Esclavitud Sarmiento Quiñones en 1778, protagoniza una brillante carrera como diplomático, como ya hemos dicho, iniciándose ésta con el nombramiento que le hace Carlos III para desempeñar el cargo de embajador en Lisboa, Esta legación es una de las más importantes, ya que entre España y Portugal existían unas difíciles relaciones, debidas a contenciosos originados por los límites de las colonias de uno y otro país en América
Combatió en Argel, regresando más tarde a España, concretamente a Ferrol, donde curó sus heridas en el Arsenal Militar. Allí conoció a María de la Esclavitud Sarmiento de Silva y Cáceres, V marquesa de Castel-Moncayo, con quien casó en aquella ciudad gallega. Esta mujer fue retratada por Francisco de Goya entre marzo y abril de 1786 en el Palacio Ducal de Fernán Núñez.
En la capital portuguesa residirá durante varios lustros y desempeña algunas misiones de gran relevancia, entre ellas el rescate de la carga del galeón San Pedro de Alcántara, por la cual Consulado de Cádiz le expresan su agradecimiento mediante un costoso regalo, el cual destinará a pagar obras de sociales en la Villa.
En 1787 cesa del cargo, y es nombrado embajador en París, centro de atención europea con motivo de los sucesos de la revolución de 1789.
Don Carlos josé Gutiérrez de los Ríos murió el día 23 de Febrero de 1795

miércoles, 2 de noviembre de 2011

San Isidoro de Cartagena

Su familia era originaria de Cartagena (capital de la Cartaginense). Era el más joven de cuatro hermanos: Leandro (anterior obispo de Sevilla) Fulgencio y Florentina. Su Padre era hispano-romano y su Madre posiblemente de origen visigodo. Esto haría de Isidro un modelo de la simbiosis cultural que produjeron las invasiones bárbaras en la península ibérica.
La formación la debió recibir inicialmente de su hermano mayor Leandro. Pudo haber también influjo de una escuela monástica o episcopal en Sevilla. Cultivó el griego que en España seguía teniendo cierta vigencia por la presencia Bizantina en la península. Esto le permitió acceso a los escritores clásicos que luego fomentará.
No se sabe a ciencia cierta si llegó a ser monje. El hecho de que haya escrito una Regula monachorum no es dato cierto para afirmarlo.
Hacia el 600 después de la muerte de su hermano es nombrado obispo de Sevilla. En el 619 celebra el Concilio II de Sevilla. Conocedor del Derecho Romano comienza Isidoro a usarlo e incorporarlo a los decretos y actas de las reuniones eclesiásticas.
En el 633 preside el Concilio Toledano IV. Su influencia es notable en lo que respecta a la formación de los clérigos y la liturgia. Se cree que redactó el «ordo celebrando concilio» matriz de los subsiguientes Concilios toledanos.
Durante cuarenta años de episcopado Isidoro influyó en toda la vida nacional española. Contribuyó por medio del influjo personal sobre los Reyes visigodos a la unidad cultural y religiosa de la península ibérica.
Redempto, clérigo de Sevilla nos ha dejado el testimonio de su muerte: cuatro días antes de su muerte practico en el coro de la Iglesia de San Vicente el rito de la penitencia, y exhortó a todos a la caridad y unión fraterna. Muere luego tranquilamente en su celda. El Concilio General Toledano VII (653) lo declara «Doctor insigne, la gloria más reciente de la Iglesia católica». Su culto adquiere pronto renombre. Su cuerpo es trasladado en el S. XI a León donde se construye la Basílica de San Isidoro donde hoy en día se guardan sus reliquias. Inocencio XIII lo declaró Doctor de la Iglesia el 25-IV-1722.